Los propietarios de esta vivienda querían contar con un cuarto de baño adicional para los invitados y, tras visitar su casa, se decidió que el mejor sitio para instalarlo era una habitación contigua a la cocina, lo que facilitaría los trabajos de fontanería.
Lo que más llama la atención en este baño es la elección de los azulejos en un vibrante color turquesa, que se combinaron con otros de color blanco para aportar luminosidad y ampliar visualmente la estancia. Además, para aprovechar el espacio al máximo, los clientes decidieron instalar un plato de ducha de resina en color blanco, junto con una mampara con puerta abatible de vidrio templado transparente. Se aprovechó el hueco generado en la pared que alojaba las tuberías para instalar un asiento de obra en la ducha revestido con Silestone blanco, a juego con el bancada del lavabo. El lavabo de porcelana, instalado sobre la encimera, se completó con un mueble de Ikea suministrado por los clientes y un espejo con una barra de luz integrada.
Para el suelo, se eligió el mismo modelo que en el resto de la casa: un porcelánico rectificado de imitación madera capaz de aportar calidez visual sin perder durabilidad en las estancias húmedas.
En cuanto a la grifería, se colocaron modelos empotrados tanto en la ducha como en el lavabo, liberando las superficies de elementos superfluos.
El resultado es un espacio lleno de personalidad.
abril 30, 2020